El trabajo en equipo

Muchas compañeras y compañeros me preguntan por el trabajo en equipos. Yo aprendí hace años a trabajar así en el CPIFP Hurtado de Mendoza (Granada). De la mano de mi mentor y amigo Antonio Reyes, que siempre fue pionero en metodologías activas. Desde aquí, ¡gracias Antonio!

Trabajar en equipo NO es difícil, hay que quitarse ese miedo. Se pueden controlar perfectamente todos los monstruos a los que lo asociamos, como pueda ser alumnado que se aprovecha de otro,  líderes incapaces de aceptar otras ideas, el evaluar y calificar individualmente si trabajan en lo mismo, tratar problemas grupales, etc. 

El trabajo en equipo es enriquecedor. TODAS se nutren de TODOS y cada uno, a su nivel y ritmo, alcanza sus logros personales y profesionales. He tenido alumnado muy estudioso incapaz de escuchar a otras compañeras o dar su brazo a torcer, convirtiéndose en grandes líderes empáticos. Así como alumnado totalmente desmotivado en el ciclo que, aún sabiendo que no iba a continuar sus estudios, ha seguido asistiendo a mis clases por no fallar al equipo.  Eso y más es el trabajo en grupo. Ya sea cooperativo, colaborativo, con grupos base, homogéneos o heterogéneos, con o sin roles, creados por el profesor, estratificado o por azar... lo importante es que tú lo tengas claro y se lo dejes más claro a ellos aún. 

Sobre trabajo en grupo hay mucho material para orientarte (puedes revisar lo que yo misma he leído aquí: lecturas y más ) pero yo os voy a contar lo que me funciona a mí. Espero que os sirva mi manera de formar grupos.

Al final no debemos olvidar, que en cuestión de meses estos estudiantes saldrán al mercado laboral y deberán saber trabajar en equipo y vivir en sociedad. Considero muy importante esta forma de trabajo y, aunque obviamente es más trabajo para mí, me compensa al 100% por lo que consigo obtener de ellas y ellos.


Para la creación suelo determinar primeramente qué necesitaré en los grupos. Qué tipo de integrantes. En base a ello, elaboro unas características, puntuaciones y establezco 3 tipos de integrantes. Los de más puntuación, los de menos y los intermedios. Luego a cada grupo asigno uno de los de máxima puntuación y uno de los de menor, junto con dos (o uno, depende el número de integrantes  pues siempre queda algún equipo de 3) de los de puntuación intermedia.

El cómo determino yo las puntuaciones es muy fácil y es haciendo lo que más me gusta: observarlos. No sólo en clase a través de preguntas, actividades cortas, trabajos en gran grupo o por parejas, debates, gustos y aficciones, etc. sino también, en los descansos y tiempos muertos. Ya sabéis, cuando llegan a primera hora (compromiso y motivación), entre clases (uso del móvil), a la vuelta del recreo (en grupo o solitarios)... hay muchos momentos para obtener información de calidad, a mi me va muy bien así y  no me suelo equivocar mucho. 

Te dejo la plantilla


Ejemplo

Alumna 1 : es una madre de familia que estudió hace años, está acostumbrada a trabajar y presenta motivación. Total 8 puntos.

Alumno 2: es un chico joven con alto manejo de las TIC (suele ir asociado), que viene de bachillerato, está motivado y tiene gran capacidad de comunicación. Total 12 puntos

Alumna 3: es una chica más mayor que lleva años sin estudiar, con gran capacidad de comunicación, con poca motivación (esta es su 5ª opción) y buen manejo de TIC. Total 7 puntos.

Alumno 4: no controla el idioma perfectamente, es extremadamente tímido e inseguro (apenas he conseguido información de él), accede por una prueba de acceso y no parece tenerle apego a dispositivos móviles. Total 5 puntos. 

En esta plantilla el alumnado que obtenga 10, 11 o 12 puntos será del grupo de puntuación alta, los de 4,5 o 6 puntos serán los de baja puntuacion y los de 7,8 o 9 quedan en la zona intermedia. Asegúrate  de poner al menos uno de cada categoría y repite de la intermedia ( el grupo ideal es de 4 integrantes).


Como todo en esta vida tampoco es un camino de rosas, os lo debo decir, ni para ellos ni para mí. Al final siempre hay roces, problemas y situaciones varias en las que debo emplear al máximo mi capacidad de coach (con perdón a los expertos), para que transformen lo malo en situaciones de aprendizaje y de mejora grupal y sobre todo, individual. Es durillo a veces (no son pocas las charlas fuera de mi horario con algunos y algunas...) pero a mi me compensa, y a ellos y ellas me consta que también.